¡Saludos! Esta vez traigo una nueva sección qué (espero) sea recurrente en el blog. Las historias perdidas serán un conjunto de historias y/o escritos de ficción, generalmente algunos que escribí hace algún tiempo y que tras una no tan ardua tarea de corregir problemas, voy a subir al blog.
Aunque es cierto que voy a subir escritos antiguos, también subiré algunos que vaya haciendo, pero para ser sincero el nombre de "Las historias perdidas" mola mucho (?).
Bueno, sin más dilatación, a continuación podrán leer una historia que escribí en 2017, titulada "Una luz encapsulada":
Una luz encapsulada
Había
pasado casi una década desde la guerra, lo que alguna vez fue una gloriosa
civilización hoy solo es un espectro de ese pasado brillante que parece
desvanecerse conforme pasa el tiempo. Ahora, sentado desde la penumbra de mi
improvisado laboratorio, intento dar rienda suelta a lo que nunca pude hacer en
una sociedad de estrictos valores.
Alguna
vez fui un reconocido experto en Bio-robótica, trabajaba con los militares
antes de estallar la guerra, y cuando esto sucedió, mis habilidades para crear
partes del cuerpo sintéticas ayudaron a muchos soldados que perdieron sus
extremidades, sin embargo, para mí eso no era suficiente, necesitaba más…Tome
un par de piezas que tenía en mi escritorio, eran solo un par de procesadores
bio-integrados en los que había estado trabajando la última semana. Les di un
vistazo a los datos antes de poder instalarlos adecuadamente, si todo salía
bien hoy, habría podido dar el paso para cumplir mi tan anhelado sueño.
Los
preparativos estaban listos. Dude en el momento de iniciar la simulación pero
pronto la curiosidad le gano al nerviosismo. Oprimí el botón y las luces de la
capsula iluminaron la habitación, no estaba acostumbrado a tanta luz; cuando
por fin pude ver de nuevo me lleve una gran sorpresa, ella estaba despierta,
había estado trabajando tanto tiempo en crear un “androide” que ahora parecía
fantasía esta visión. Pasé mis dedos delante de sus ojos para comprobar que sus
“reflejos” funcionaban, todo parecía marchar bien. -¿Me escuchas?- le pregunte
con un tono nervioso, ella inmediatamente acento con la cabeza, era increíble
lo que había logrado, algo que solo creí capaz en la literatura ahora estaba
sucediendo en mi laboratorio.
-H-hola-
dijo ella tratando de articular las palabras, pues era la primera vez que hablaba,
tenía mis dudas acerca de que si el procesador de palabras en su “cerebro”
pudiera funcionar adecuadamente. La contemple por un rato, su rostro, su
cuerpo, todo parecía tan natural en ella, definitivamente los materiales
sintéticos de polímeros usados en la armada para “disfrazar” a los drones era
una buena elección, cualquiera que no mirara detenidamente diría que solo es
otra persona conectada a una capsula.
-¿Cómo
estás?- le pregunte para cerciorarme de que su “cerebro” funcionara bien,
después de todo era algo en lo que llevaba trabajando veinte años casi sin
éxito y aunque ya había logrado un pequeño avance, quería ver si era capaz de
analizar las oraciones y dar una respuesta coherente.
-Bi-bien-
una respuesta corta, pero que alivio mis angustias. Volví a posar mí mirada
sobre ella y pude notar que su aspecto lucia como el de una mujer joven, de
unos veinte tantos años, pues había tomado el modelo de una antigua revista que
encontré en una de mis muchas visitas a las ruinas de la ciudad, pero nunca
pensé que se integrará tan bien al exoesqueleto.
-¿puedes
mover el brazo?- le pregunte entusiasmado, aunque todavía tenía mis temores.
Lenta y torpemente ella levanto su brazo derecho, en ese momento estuve más
feliz que un niño en una dulcería. Sin embargo, mi felicidad no duro mucho,
ella dio una sacudida violenta dentro de la capsula, lo cual puso fin a mi
ilusión. Aunque al principio me aterre profundamente por su estado, no estaba
preparado para lo que la evaluación que sus sistemas me mostraría… ella había
“muerto”, un corto circuito en su procesador central fue la causa de mi
desgracia. No pude evitar sentirme miserable en ese momento, era irónico que
después de haber estado tan entusiasmado ahora me encontrará así. Pero esté sensación
había durado poco, volví a incorporarme y apague la capsula mientras veía como
poco a poco ella iba quedando sumida en la oscuridad.
Una
vez que las luces de la capsula se apagaron completamente, volví a mi
interminable trabajo de siempre, solo, en aquel hueco oscuro y frio al que
llamaba hogar, en medio de los fantasmas del pasado, tratando inútilmente de
jugar a ser dios de nuevo.